Mis vinos blancos favoritos de Cataluña
La magia del vino reúne a las personas alrededor de una mesa, en un momento especial, en un lugar particular y nos invita a la conversación, a las risas, a compartir sueños en voz alta…
Tal y como comenté en nuestro post sobre los vinos tintos catalanes https://aguideinbarcelona.com/es/2020/06/10/mis-vinos-tintos-favoritos-de-cataluna/, en Cataluña existen – hasta ahora, año 2020– 11 denominaciones diferentes de origen del vino, aparte de la denominación Cava, que aunque no es exclusiva de Cataluña, un 95% de su producción se elabora aquí.
69 denominaciones de origen del vino en España
Mapa de las 12 denominaciones de origen en Cataluña
En todas estas zonas vinícolas se elaboran tanto vinos tintos como blancos como rosados, pero no obstante, algunas son más conocidas por un tipo de vino u otro.
Hablando de vinos blancos catalanes las variedades de uva autorizadas en Cataluña son (indico entre paréntesis el otro nombre con el que son conocidas algunas uvas según la zona de origen):
Cariñena Blanca ( samsó)
Chardonnay
Chenin Blanc
Garnatxa Blanca ( lledoner blanc)
Gewürztraminer
Macabeu ( viura)
Malvasia
Moscatell (moscat)
Parellada ( montònega)
Pedro Ximénez (Pedro Jiménez o Pedro Ximén)
Picapoll
Riesling
Sauvignon Blanc
Xarel-lo ( pansa blanca o cartoixà)
Siendo honesta, no es fácil tener que destacar unas zonas productoras de vino blanco por encima de otras, pues lo cierto es que en todas las 11 denominaciones encontramos blancos maravillosos de disfrutar, pero este es mi objetivo en este publicación de hoy, hacer una elección, así que allí voy.
La DO Terra Alta
Creada en sus orígenes en el año 1972 con el nombre de Gandesa, la actual DO Terra Alta se extiende por 12 municipios de la comarca catalana del mismo nombre.
Situada entre el río Ebro y las montañas del Matarraña fue siempre una zona fronteriza donde ya los Templarios cultivaban la viña en el S. XIII.
Bosques de encinas y pino blanco, tierras agrícolas ricas de los tres productos típicamente mediterráneos: el almendro, el olivo y la viña.
Paisaje espectacular de Mediterráneo interior que se extiende hasta los 500m sobre el nivel del mar; vinos de marcado carácter y fuerza, cuyas viñas están a menudo plantadas en pendientes, orientadas en diferentes direcciones, en terrazas de piedra seca para evitar la erosión.
Suelos calcáreos, pobres de materia orgánica con un clima de abundante insolación y escasa pluviometría. Inviernos fríos que denotan su influencia continental.
De variedades de uva blanca a destacar encontramos la Macabeu, la Parellada y la Cariñena-conocida en tierras catalanas como Samsó, y que hay tanto blanca como tinta-. Pero sobre todo al hablar de Terra Alta tenemos que destacar la GARNACHA y en mayúscula, pues tanto la blanca, como la negra, como la peluda ( je, je, sí, una uva cuya hoja tiene un tacto algo «velloso») alcanzan en estas tierras un gran carácter, personalidad, aromas y matices.
¡Interesante! → actualmente la Garnacha de la Terra Alta representa un 33% de la Garnacha mundial, un 75% de la producción de España y el 90% de la Garnacha de Cataluña.
A mí me encantan sus vinos de Garnacha Blanca, que suelen ser vinos con cuerpo y graduación marcada, de aromas florales, herbáceos y afrutados como el melocotón, la manzana o la pera. Son vinos sedosos, más expresivos en boca que en nariz, y que a veces muestran una salinidad elegantísima.
¡Curiosidad!→ sus vinos de 100% Garnacha Blanca, que muestran una gran calidad sensorial y una singularidad superior a la media, muestran en su botella el distintivo de garantía específico: “Terra Alta Garnatxa Blanca” y es obligatorio indicar la variedad y la cosecha de procedencia.
Vinos que he probado y me fascinan: El Ilercavònia de la bodega Altavins, 100% Garnacha Blanca, vino fresco y mentolado sin madera donde destaca su fruta y mineralidad y el envolvente y embriagador Edetaria de la bodega del mismo nombre, un blanco 100% GB y 8 meses de crianza en barricas nuevas de 500l de roble francés.
La D.O. Alella
Me encanta destacar de esta denominación que a pesar de las dificultades que ha tenido para subsistir a lo largo del tiempo por la expansión urbanística de la Ciudad de Barcelona y sus cercanías, ha sobrevivido gracias al trabajo constante y perseverancia de, en este caso, las 9 bodegas que actualmente están registradas en la DO Alella.
Su superficie es de tan solo 227 ha., con 50 viticultores y 9 bodegas como he comentado.
Los vinos de Alella tienen una larga historia y un importante significado dentro de la vinicultura catalana. Conocidos y apreciados ya desde la época romana, que Plini y Marcial ya los citan como vinos laietanos, los vinos de Alella eran , en plena Edad Media, los preferidos en la Ciudad de Barcelona. Más tarde serían de los vinos de calidad más exportados desde Cataluña a todo el mundo, con particular incidencia en las colonias de ultramar donde abundaba la población catalana.
A principios del Siglo XX eran los vinos de la burguesía barcelonesa.
La expansión urbanística de la comarca del Maresme, donde gran parte de la denominación se encuentra, provocó la disminución de la viña hasta la actualidad.
La DO. Alella es reconocida por la calidad de sus vinos blancos, tanto monovarietales como resultado de cupages. La variedad principal utilitzada en la elaboración de sus vinos blancos es la Pansa Blanca, también conocida en el Penedés como la Xarel-lo, que en la DO Alella tiene un caràcter particular obviamente marcado por el tipo de suelo y su proximidad al mar.
Su clima es mediterráneo, suave y gentil, aunque a veces falto de lluvias. No obstante el hecho de ser un territorio protegido por la Serralada de Marina, una pequeña cordillera que actúa como pantalla protectora de los vientos fríos del Norte y que a la vez retiene la brisa que viene del Mediterráneo, permite que las viñas consigan el equilibrio hídrico al convertirse esa brisa en un aire húmedo que se posa en ellas.
Su tipo de suelo es conocido como el “Sauló” de estructura arenosa que absorbe la poca lluvia que cae y fuerza a las raíces de la vid a escavar profundamente en busca de ese agua y minerales que se escapan sin poderlos retener.
Una parte de mi corazón reside en esta denominación de origen Alella, donde trabajé durante un tiempo y donde siempre que vuelvo sueño en mudarme un día.
Producen vinos y cavas excelentes de diferentes tipos pero como hoy quiero destacar vinos blancos catalanes particulares, merece especial atención la Pansa Blanca de bodegas como Alta Alella en su versión de vino joven frutal y alegre, y en su versión más compleja, el Cau d´en Genis, con 6 meses en huevos de cemento de base de arcilla. Alta Alella siempre ha apostado por la viticultura ecològica e incluso en la actualidad elabora vinos naturales en su bodega El Celler de les Aus.
La bodega de Quim Batlle elabora, entre otros, tres vinos ecológicos super interesantes con el nombre Foranell, monovarietales de Pansa Blanca, Garnatxa Blanca y Picapoll.
Pero ya que no son muchos quiero mencionar los otros seis elaboradores : Bouquet D´Alella, Alella Vinícola, Can Roda, Raventós d´Alella, Roura y Serralada de Marina.
La DO Penedès
El territorio de la DO Penedès se extiende al largo de una gran franja entre el mar y la montaña, a medio camino entre Barcelona y Tarragona. En el medio de la Depresión Pre litoral Catalana, entre la Cordillera Pre litoral y las llanuras de la costa mediterránea, maduran los viñedos del Penedès. Subdividida en tres subzonas: Penedès Superior, Penedès Central y Penedès Marítimo es la denominación más grande de Cataluña con 26000 hectáreas de viñedo.
Nos encontramos con un gran abanico de microclimas, consecuencia de la proximidad litoral y de la altitud. Su climatología es típicamente mediterránea, es decir, suave y cálida.
De esta singularidad resulta una gran diversidad de vinos. Mil sabores, aromas, cuerpos y estructuras… son el fruto de las diferencias climáticas, paisajísticas y de la riqueza y variedad de los suelos que la conforman, teñidos del verde de las montañas y llanuras o del azul del mar mediterráneo.
Esta denominación es ampliamente reconocida por la calidad de sus vinos blancos, donde combinan variedades tradicionales como el Xarel-lo, la Macabeu, la Parellada, la Moscatell de Alejandría o la Malvasía de Sitges con otras foráneas que con los años se introdujeron y aclimataron perfectamente como la Chardonay, la Sauvignon Blanc o la Riesling. Un placer de los sentidos ( aunque recalco que también se elaboran grandes vinos tintos, rosados y espumosos).
El Xarel-lo es la variedad de uva más cultivada con una superficie que sobrepasa las 7000ha. Los vinos jóvenes de Xarel-lo son suaves, con un carácter sedoso pero con cuerpo, buena acidez, afrutados, aromáticos y con excelente graduación alcohólica.
Los vinos con cierta crianza resultan consistentes, cálidos, largos, y con final mineral y expresión marcadamente varietal. Maceración con hollejos, fermentación en barricas o huevos de cemento, crianzas con las lías… diferentes técnicas de trabajar los vinos caracterizan estos elaboradores entusiastas y creativos del Penedès.
Nos encontramos con 141 bodegas inscritas así que la elección es difícil pero personalmente me encantan: el Anticristiana de Xarel-lo sin crianza en madera solo 4 meses en sus lías de la bodega Mas Comtal; el Xarel-lo de la bodega Viladellops también joven sin crianza que destaca por su mineralidad y frescura; el Xarel-lo de Castellroig una bodega que siempre ha sido símbolo de elegancia y la Romana de la bodega Can Bas un vino de una muy vieja viña de Xarel-lo ensamblado con una chardonnay excepcional que dan resultado a un vino blanco cremoso, intenso, largo, noble e interesante. Pero vale la pena probar otras variedades de la zona como el “3 Macabeus”, un vino blanco de la variedad Macabeu de tres viñas diferentes elaborado por la bodega Albet i Noya pionera en la zona en elaborar vinos ecológicos y una propiedad preciosa de visitar.
Todas estas zonas vinícolas y bodegas las puede descubrir con nosotras, eche un vistazo a nuestra web: https://aguideinbarcelona.com/es/
¡Cataluña les espera!